Catalina I
Los Romanov
CATALINA I - CUENTO DE CENICIENTA A LA RUSA

Catalina I retrato
El zar Pedro el Grande fue un visionario, conocido por su inteligencia, fortaleza y determinación. Pero como todo hombre de su época tenía un lado cruel y tiránico. La única que podía suavizarlo era una de sus amantes … Marta Skavronska. Fue una sirvienta analfabeta originaria del Báltico que había tenido otros amoríos antes de Pedro entre ellos con su consejero más cercano, Alejandro Menshikov (por cierto, en San Petersburgo hoy se puede visitar su Palacio).
Lo que comenzó como una diversión se convirtió con el tiempo en una relación sólida que terminó en matrimonio convirtiéndose en la zarina Catalina I (sin relación con Catalina II o Catalina la Grande).
En ella, el zar Pedro encontró a una confidente fiel, amiga y compañera de juergas. Se la describe de carácter alegre y bonachón. De gran fortaleza física, decían que podía beber tanto como Pedro.
Tuvieron muchos hijos juntos, de los cuales sobrevivieron sólo dos mujeres, una de ellas la futura zarina Isabel I.

Catalina I y Pedro I
Nunca sabremos si Catalina compartía los sueños de grandeza de su marido, lo cierto era que lo entendía como hombre y le ayudó a concretarlos. En cuanto a sus orígenes, para Pedro la valía de las personas residía en sus capacidades no en su árbol genealógico. Además, era el Zar y eso lo habilitaba para hacer lo que quisiera. Con el devenir de los tiempos las cosas cambiaron para los Romanov ya que se vieron obligados a contraer matrimonio solo con personas de igual condición social (aunque algunos de ellos eligieran de hecho el otro camino desafiando los convencionalismos de su época, pero se los contaré en otras ocasiones)...