¿Cómo celebraban la Navidad los Romanov?
EL INUSUAL PRESENTE DE NAVIDAD DE LA HIJA DEL ZAR Y OTROS PEQUEÑOS RELATOS - ¿Cómo celebraban la Navidad los Romanov?
"El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad"
Charles Dickens
Tsarskoye Selo en la epoca de las fiestas navidenas
Se dice que el zar Pedro el Grande llevó a Rusia las costumbres navideñas de Europa como parte de plan de sus reformas para occidentalizar al país. Debido a que en Rusia regía el calendario juliano hasta la llegada de los bolcheviques al poder, la Navidad se festejaba 13 días después que en Occidente (7 de enero según el calendario gregoriano). Tradición que la iglesia ortodoxa logró mantener a lo largo de los avatares de la Historia de Rusia y que continúa hoy en día. En la actualidad, el día el 25 de diciembre es laborable en Rusia.
En realidad, esta festividad tomó fuerzas durante el reinado de Nicolás I de la mano de su esposa la hija del rey de Prusia a quien él llamaba cariñosamente " Muffi". Su nombre al convertirse a la ortodoxia era Alejandra Fedorovna (no se la debe confundir con Alix la otra Alejandra Fedorovna pero casada con Nicolás II, su bisnieto, quien fue destronado durante la revolución en 1917).
Un gigantesco abeto se colocaba en la sala de conciertos o bien en la rotonda del Palacio de Invierno. Había además otros árboles de Navidad para cada uno de los miembros de la familia y junto a ellos se armaba una mesa con gran cantidad de obsequios. Según una descripción de la época, parecía un bosque mágico alumbrado por centenares de velas. La zarina personalmente entregaba los presentes. En la Navidad de 1833 la gran princesa Alejandra, la hija preferida y la más hermosa de Nicolas I, encontró a su enamoradísimo prometido "envuelto para regalo" atado con cintas al árbol. El príncipe Frederik de Hesse-Kassel había llegado secretamente el día anterior a San Petersburgo. Se casaron el año siguiente...
Navidad siglo 19
En la época del zar Alejandro II -hijo mayor y heredero de Nicolás I-, el árbol se colocaba en el salón dorado decorado con velas, dulces, galletas con formas navideñas y frutas (no se debe olvidar que –para los climas fríos en esa época- eran regalos costosos). Una escolta de cosacos custodiaba la puerta de acceso para impedir que nadie entrara. Una vez que la cena terminaba y todos ansiosos dejaban los postres sin probar, la emperatriz se levantaba de la mesa para inspeccionar el salón y los regalos. Los niños imperiales esperaban con gran impaciencia y con el corazón desbordado. Empujándose unos a otros en el corredor hasta que el zar hacía sonar una campanilla. A continuación, entraban cuan turba enloquecida para buscar sus obsequios. Para el personal y la guardia se organizaba una tómbola en la cual se sorteaban los presentes, los cuales eran entregados personalmente por la familia imperial.
Los niños Romanov solían regalar a sus padres pequeños obsequios que adquirían con sus ahorros o bien que ellos mismos confeccionaban. La gran princesa Olga (hija menor de Alejandro III y hermana menor de Nicolás II) recordaría después -con cariño y gran nostalgia- las pantuflas rojas que confeccionó para su padre el zar Alejandro III y que él adoraba usar.
Para ese entonces, los zares pasaban la Navidad en su residencia preferida: Gatchina. Esta residencia situada a 46 km de San Petersburgo les permitía pasar una navidad más relajada y simple acompañada de la música de las balalaicas, instrumento favorito de la emperatriz María Fedorovna (esposa de Alejandro II y madre de Nicolás II y sus cuatro hermanos).
En cambio, la última familia imperial celebraba la Navidad en el palacio de Alejandro en Tsarscoye Selo (actual Pushkin), su residencia oficial. Para ese entonces ya había árboles de Navidad para los niños pobres en diferentes puntos de la villa. La emperatriz madre María Fedorovna continuó pasando las fiestas en el palacio de Gatchina, luego de la muerte de su esposo. La enemistad de los Romanov con Alix (apodo de Alejandra, la esposa del zar Nicolás II) se fue haciendo cada vez más patente a lo largo de los años.
Navidad foto historica
Una Navidad -la de 1907- es recordada especialmente por el general Alexander Spiridovich, jefe de la guardia secreta que protegía a los miembros de la familia Romanov en sus memorias: "A las dos de la tarde llegó el zar con sus hijos y su hermana la gran princesa Olga Alexandrova a la entrada del palacio, que ya estaba decorada con un abeto gigantesco adornado con luces y todo tipo de adornos navideños comestibles rodeado de una enorme montaña de obsequios de todo tipo. A la izquierda se encontraba una plataforma donde el coro del Regimiento entonaba aires folclóricos, acompañados por el magistral sonido de la balalaica. El zar se acercó a los soldados formados, les dirigió un par de palabras de felicitación a cada uno y luego regresó a una improvisada tarima preparada con sillas para la familia imperial. El comandante gritó "smirno!!!" (“atención” en ruso). Comenzaron a escucharse los acordes del himno "Dios salve al Zar”. Tanto los soldados, marineros y miembros del servicio del palacio y del gobierno que estaban presentes, habían sido invitados personalmente. Las grandes princesas Olga, Tatiana, María, Anastasia y su hermano el zarevich Alexis eran los encargados de repartir los números escritos en un pedazo de papel. Mientras que Olga -la hermana del zar- llevaba a cargo el sorteo. El general relata como Alexei -de 3 años de edad, el pequeño y enfermizo zarévich-, enfundado en un diminuto uniforme blanco, gritaba de placer al ver el espectáculo. Especialmente cuando a los que les había tocado relojes despertadores en el sorteo, hacían sonar las alarmas. Los ojos le brillaban y tenía las mejillas sonrosadas. A continuación, bailarines pertenecientes al regimiento de cosacos mostraron su magnífica destreza en la danza. A las cinco, la fiesta había terminado. Las personas se retiraron felices a sus ocupaciones. La emperatriz Alejandra no acudió al festejo ese año ya que estaba enferma. El general refiere en sus memorias -publicadas años después- en el exilio, de que este hecho le brindó frescura y espontaneidad a la reunión.
Con la llegada del comunismo se prohibió el festejo de la Navidad pero muchos continuaron celebrándola a puertas cerradas. Las autoridades soviéticas crearon en su reemplazo el festejo de Noviy God (año nuevo en ruso) para despegarse de una vez y para siempre de la ortodoxa e imperial Navidad, con abeto incluido y regalos. Se festeja desde entonces el primer día de enero según el calendario gregoriano. En 1937 se colocó el primer árbol de Año Nuevo soviético en la casa de los sindicatos en Moscú...
Navidad en la residencia en Gatchina
Familia del ultimo zar Nicolas II
Familia de Alejandro III
Cena de gala en el Palacio de Invierno
(sala blanca musical de Hermitage)
Baile de Navidad en el palacio imperial
Arbol de navidad en el palacio
